Es una técnica innovadora, muy utilizada en fisioterapia, que no causa dolor ni molestias y que se puede aplicar en el consultorio, induciendo al organismo a su propia curación de forma natural sin efectos secundarios.
Consiste en la aplicación de campos magnéticos para restituir el equilibrio bioquímico celular unido a su alta tasa de penetración en el organismo, lo que le permite ejercer su acción en lo más profundo del cuerpo.
Es muy efectiva para tratar diversas enfermedades que se acompañan de dolor, inflamación, trastornos del sistema nervioso, circulatorio, aparato locomotor y de la piel, mejorando la relajación y la calidad del sueño.
Se puede aplicar combinado con otras técnicas de fisioterapia, no es necesario preparación alguna ni abandonar su medicación habitual.
Tiene además del efecto analgésico, un efecto desinflamatorio, relajante muscular, regenerador y vasodilatador que aumenta el riego sanguíneo a los tejidos para favorecer la nutrición y oxigenación de estos, ayudando a la eliminación de toxinas y radicales libres. Estimula a los osteoblastos a aumentar su producción de hueso. Estabiliza el sistema neurovegetativo y aumenta la inmunidad. Estas acciones que perduran a largo plazo estimulan al organismo a realizar su propia curación sin efectos secundarios.
Su aplicación es muy cómoda porque no causa dolor, no necesita preparación, ni cuidados posteriores a su realización. La intensidad, la frecuencia y la cantidad de sesiones, están en relación directa con los síntomas del paciente y las enfermedades asociadas que presente.
No se puede utilizar en niños, durante la gestación, lactancia, en pacientes con cáncer, enfermedades virales, cardiopatías, hemorragias, hipertiroidismo, prótesis magnetizables o marcapasos.
Indicaciones más frecuentes de los tratamientos:
- Dolor por artritis y artrosis.
- Esguinces, fisuras y fracturas.
- Dolores de la columna vertebral como cervicalgia, ciática, dorsalgia, hernias discales lumbares y cervicales.
- Heridas mal cicatrizadas.
- Enfermedades como la esclerodermia, esclerosis múltiple, espondilitis anquilosante.
- Después de traumatismos y cirugía mayor, heridas quirúrgicas mal cicatrizadas.
- Osteoporosis.
- Retardo de consolidación de fracturas.
- Luxaciones, esguinces, tendinitis, neuralgias
- Alteraciones nerviosas como el insomnio, el estrés, migraña.
SOLICITAR CITA